Las playas que nadie pisa: de San Martiño a Xastelas

Sálvora, Ons y otros destinos isleños acogen algunas de las playas más valoradas y menos masificadas de Galicia. Son arenales apartados, rodeados de vegetación y accesibles en barco, con una apariencia virgen que solo una minoría de viajeros conoce de primera mano porque al buscar sobre islas cíes mejor playa se interesa por Rodas, Figueiras y otros parajes con mayor fama turística.

Uno de estos rincones ‘olvidados’ se ubica en San Martiño, la más solitaria de las islas que configuran en el archipiélago de las Cíes. Esta playa de nombre homónimo ofrece quinientos metros de aguas azules y calmadas y arenas blancas de un fino sustrato. Carece de zonas de atraque, y además de estar alejada de la costa madre, queda separada de sus «hermanas» isleñas gracias al canal Freu da Porta. De ahí que sean pocos los turistas que se animen a explorar este arenal, de condición nudista.

En la ría de Pontevedra, la Isla de Tambo dispone de una única playa en su parte sureste, Adreira, que permanece abandonada durante la mayor parte del año. Su reducida longitud es poco impresionante; los pinares y arbustos que la rodean, complican su acceso, que solo puede hacerse en barco: estos inconvenientes explican por qué Adreira es un arenal casi desconocido.

De Sálvora, al norte de la isla de Ons, las agencias de viajes subrayan las rutas de senderismo, el faro o la aldea, declarada Bien de Interés Cultural. Menos conocida es una de sus escasas playas, Almacén, pese a la calidad de sus arenas y el atractivo de sus formaciones rocosas, incluyendo aquella que recuerda a un elefante y que recibe esta denominación.

A diferencia de las anteriores, la isla de Arousa permanece conectada a la costa por un puente de casi dos kilómetros de longitud. Esta mayor accesibilidad ha beneficiado a las muchas playas que acoge este destino, pero Xastelas se mantiene sin masificar, siendo una parada obligada para los viajeros en busca de paz.