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- Un buen gestor. Es la clave para la gran mayoría de los autónomos. Un buen gestor estará al tanto de cuándo hay que pagar los impuestos, se encargará de que todo esté correcto para presentar la declaración de la renta y evitará que haya multas por no haber presentado a tiempo los diferentes documentos. Además, ayudará a conseguir posibles ayudas que puedan ofrecerse y estará al tanto de cualquier cambio en la legislación que se deba de conocer. Si además hay empleados, se encargará también de que los contratos sean los correctos y de que los despidos también se hagan de la forma más conveniente. Conseguir un gestor de confianza es algo que hará que el autónomo pueda desentenderse de una gran parte de su trabajo.
- Una buena Oferta de seguro médico para autónomos. Aunque los autónomos tienen derecho a la Seguridad Social, lo que no pueden es esperar los plazos que esta a veces impone para otorgar sus servicios. Con un seguro privado el autónomo podrá acudir a los especialistas en cuestión de poco tiempo y podrá, además, contar con los hospitales que sean de su confianza cuando lo necesite. Esto le ahorrará mucho tiempo en temas en los que se puede perder mucho tiempo esperando. Por ejemplo, si se produce una caída y se rompe un brazo, no quedará más remedio que esperar a que el hueso suelde y esto será igual en la SS que en un médico privado. Pero conseguir las citas para una posible rehabilitación posterior, será mucho más rápido contando con un seguro privado, lo que hará que se pueda reincorporar al trabajo de manera más rápida.
- Una buena organización de agenda. Esto puede hacerlo el mismo autónomo o puede hacerlo una persona que se encargue del trabajo administrativo. Pero tener la agenda bien organizada será lo que marque la diferencia y permita que se aproveche al máximo el tiempo, pudiendo realizar más trabajos o conseguir juntar los días libres que se desean para poder irse de vacaciones o acudir a un compromiso determinado. No hay que olvidar que aunque se dice que el autónomo decide sus horarios y sus fechas de trabajo, la realidad es que todo esto lo imponen, con frecuencia, los clientes y la necesidad de pagar las facturas. Pero si se organiza correctamente la agenda y se lleva un buen control de los tiempos, se puede ganar mucha libertad.