En una ciudad como Vigo, definida por la fuerza de su industria, el vigor de su puerto y un tejido empresarial que combina multinacionales consolidadas con un pujante ecosistema de startups, la figura del abogado ha evolucionado drásticamente. El jurista tradicional, centrado en el litigio civil o el derecho laboral, sigue siendo esencial, pero la digitalización masiva de la economía ha creado una demanda urgente de un nuevo perfil: el abogado digital.
Trabajar como abogado digital en Vigo implica ser un especialista bilingüe: hablar el idioma del Derecho y, simultáneamente, entender el lenguaje de la tecnología. Este profesional no espera el conflicto; actúa como un arquitecto preventivo para las empresas que navegan en el complejo océano de internet. Su campo de batalla no son los juzgados, sino los servidores, las plataformas de e-commerce y los contratos de desarrollo de software.
Su cartera de clientes en el área de Vigo es transversal. Por un lado, asesora a la potente industria (automoción, naval, conservera) en su transición a la Industria 4.0, gestionando la propiedad industrial de sus innovaciones, la protección de datos masivos (Big Data) generados por sus cadenas de producción y la ciberseguridad de sus sistemas interconectados. Por otro lado, es el aliado fundamental de las nuevas empresas tecnológicas que emergen en viveros como el de la Zona Franca, ayudándoles a registrar su marca, a redactar los términos y condiciones de su SaaS (Software as a Service) y a cumplir con el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) desde el minuto cero.
La jornada de este especialista se centra en lo intangible. Revisa la política de cookies de un comercio electrónico local que empieza a vender en Europa, audita la gestión de datos de los empleados de una auxiliar del motor o negocia un contrato de licencia de software para una empresa de logística portuaria. Es el garante de que la innovación no se vea frenada por una sanción de la AEPD (Agencia Española de Protección de Datos) o por un litigio sobre la autoría de un código.
El abogado digital en Vigo no es un mero consultor externo; es un socio estratégico que entiende el ADN industrial de la ciudad pero que tiene la mirada puesta en la economía del dato. Es el profesional que permite que las empresas viguesas compitan globalmente con seguridad jurídica, transformando la compleja normativa digital en una ventaja competitiva.