Soy de esas personas que disfrutan explorando cada rincón de su tierra. Y viviendo en la provincia de Pontevedra, con su variedad de paisajes y pueblos encantadores, siempre hay algo nuevo por descubrir. Pero para mis aventuras en coche, sé que la tecnología a veces falla, y por eso, confío en un clásico que nunca me deja tirado: un buen mapa en papel.
Decidí que necesitaba un mapa detallado de la provincia para llevar siempre en el coche. No quería un simple callejero de la ciudad, sino un mapa que abarcara toda la provincia, con sus carreteras secundarias, pueblos pequeños y lugares de interés.
Me dirigí a una librería especializada en mapas y guías de viaje. Allí, encontré varias opciones, pero me decidí por un mapa de gran formato, plastificado y con una escala detallada. Quería que fuera resistente y fácil de usar, incluso en condiciones de poca luz.
Al desplegar el mapa, me sorprendió la cantidad de información que contenía. No solo estaban marcadas las carreteras principales y secundarias, sino también los ríos, los montes, los parques naturales y los lugares de interés turístico. Además, cada municipio estaba claramente delimitado y con su nombre bien visible.
Con el mapa en la mano, empecé a planificar mis próximas rutas. Quería explorar la costa de las Rías Baixas, visitar los pueblos del interior y descubrir los rincones menos conocidos de la provincia. El mapa me permitía visualizar las distancias, calcular los tiempos de viaje y elegir las rutas más pintorescas.
En mis primeras excursiones, el mapa se convirtió en mi mejor aliado. Me ayudó a orientarme, a encontrar carreteras secundarias que me llevaban a lugares increíbles y a descubrir pueblos con encanto que no aparecían en las aplicaciones de navegación del móvil.
Una vez, mientras conducía por el interior de la provincia, me desvié de la ruta principal para visitar un pequeño pueblo que había visto en el mapa. El pueblo resultó ser un lugar maravilloso, con casas de piedra, hórreos centenarios y una iglesia románica. Fue una grata sorpresa que no habría descubierto si no hubiera tenido el mapa.
Desde entonces, el mapa provincia Pontevedra se ha convertido en un elemento imprescindible en mi coche. Lo llevo siempre a mano, y lo consulto antes de cada viaje. Me gusta la sensación de tener el control, de poder planificar mis rutas y de descubrir nuevos lugares a mi propio ritmo.
Sé que la tecnología es útil, pero un mapa en papel tiene su encanto. Me gusta la sensación de desplegarlo, de pasar los dedos por las carreteras y de imaginar las aventuras que me esperan. Además, en caso de fallo de batería o de falta de cobertura, el mapa siempre estará ahí para guiarme.